1- La más tonta de las mujeres puede manejar a un hombre inteligente, pero es necesario que una mujer sea muy hábil para manejar a un imbécil.
2- Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé; sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué.
3- La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.
4- No hay mayor placer que el de encontrar un viejo amigo, salvo el de hacer uno nuevo.
5- La victoria y el fracaso son dos imposibles, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.
6- Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no hará nada.
7- Se aprende más por lo que la gente habla entre sí o por lo que se sobrentiende, que planteándose preguntas.
8- Toma problemas prestados, si te lo dicta tu naturaleza, pero no los prestes a tus vecinos.
9- Siempre me he inclinado a pensar bien de todo el mundo; evita muchos problemas.