El contrabandista
Todos sabian que era indiscutiblemente un contrabandista. Era incluso celebre por ello. Pero nadie habia logrado jamas descubrirlo y mucho menos demostrarlo. Con frecuencia, cruzaba de la India a Pakistan a lomos de su burro, y los guardias, aun sospechando que contrabandeaba, no lograban obtener ninguna prueba de ello. Transcurrieron los años y el contrabandista, ya entrado en edad, se retiro a vivir apaciblemente a un pueblo de la India. Un dia, uno de los guardias que acerto a pasar por alli se lo encontro y le dijo:
-Yo he dejado de ser guardia y tu de ser contrabandista. Quiero pedirte un favor. Dime ahora, amigo, que contrabandeabas.
Y el hombre repuso:
-Burros.
El Maestro dice: Asi el ser humano, en tanto no ha purificado su discernimiento, no logra ver la realidad.
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