"La encarnacion divina de Gauranga habia entrado en un extasis muy profundo. Ausente de todo, perdio el equilibrio y cayo al mar. Unos pescadores to sacaron con sus redes y, al involucrarse con la encarnacion divina, tambien ellos entraron en extasis. Sintiendose muy felices, ebrios de gozo espiritual, dejaron su trabajo y comenzaron a ir de un lado para otro sin dejar de recitar el nombre de Dios. Los parientes, cuando comprobaron que pasaban las horas y no salian de su trance mistico, empezaron a preocuparse. Trataron entonces de sacarles del extasis, pero fracasaron en sus intentos. El tiempo transcurria y todos ellos segulan conectados con la Conciencia Cosmica, ausentes de la realidad cotidiana. Impotentes y alarmados, los parientes pidieron consejo al mismo Gauranga, quien les aconsejo:
-Ir a casa de un sacerdote, cogio un poco de arroz, ponedlo en la boca de los pescadores y os aseguro que se curaran de su extasis.
Los parientes cogieron el arroz de casa de un sacerdote y lo pusieron en la boca de los pescadores. En el acto, el arroz del sacerdote se encargo de sacarlos del extasis y volvieron todos a su estado ordinario de consciencia.
El Maestro dice: Muchos sacerdotes solo son profesionales de la religion, sin corazon puro ni conducta impecable.