Durante la edad media, derecho que ejercían los habitantes de una población o Villorrio, en virtud del cual elegían libremente a su señor, debiendo efectuar por ello y en lo sucesivo, prestaciones que variaban según la naturaleza de las necesidades que se presentaban como, por ejemplo, tributos que debían satisfacerse en especie o en dinero, y aun prestaciones de carácter personal tal como era el servicio militar en tiempo de guerra.
Se distinguían dos clases de behetrias, la de sangre o linaje y las de mar a mar. En las primeras, la elección debía recaer en miembros de determinadas familias afincadas en el pueblo o villa de que se trataba, y en las segundas la elección no se hallaba condicionada.