En la venta a plazos actual, la vinculación del empresario vendedor con una compañía o entidad financiera es casi forzosa. Las compañías de financiación pueden ser:
A. Independientes de la empresa vendedora a plazos; o B. Dependientes económicamente de ella. Las empresas vendedoras se orientan por una u otra forma, pero son muchas las que han formado su propia Sociedad financiera. Hay también, y se mantienen siempre en el mercado, al margen de la reglamentación oficial, las entidades financieras clandestinas, nacidas en formas diversas, y que manejan una gran masa de la venta a crédito.
