
Etimológicamente viene de la palabra latina docere, que significa "enseñar". Su uso ha connotado, más que el acto de transmisión de una verdad, a un conjunto de enseñanzas. Por otra parte doctrina implica también un conjunto de enseñanzas que se han dado en forma sistemática. La doctrina se ocupa al igual que la teoría de los fenómenos, pero los aprecia, los acepta o los rechaza en función de un ideal inmanente o trascendente. No obstante debemos distinguir una de otra, la teoría corresponde al conocimiento especulativo trata de conocer la realidad tal cual es; mientras que la doctrina corresponde al conocimiento práctico, trata de influir sobre la realidad, ya sea en el sentido de su mantenimiento, o de su cambio, es un modo de pensar destinado a la acción.
