Son grupos sociales que tienen por finalidad alcanzar el poder, para realizar sus programas. Es decir, gobernar la sociedad a través del estado. Se organizan sobre la base de la solidaridad de intereses ideales y materiales. Su existencia responde a los móviles políticos de la actividad humana. En su conjunto, reflejan la estructura social, coexistiendo como fuerzas de cooperación y de lucha, participando en la elaboración de las normas jurídicas y las instituciones. Edmund Burke definió el partido político como “un núcleo de hombres unidos para promover, mediante un esfuerzo conjunto, el interés nacional, sobre algún principio particular sobre el cual todos están de acuerdo”.
Blunstchli, como “la expresión natural y necesaria de las tendencias de la vida política de un pueblo”. Jellinek, como “grupos que, mediante convicciones comunes relativas a ciertos fines del estado, tratan de realizar esos fines concretos”. Merriam y gosnell lo definen como “un tipo de grupo social, primariamente vinculado con el control social ejercido a través del gobierno.
Descansa sobre tendencias psicológicas fundamentales, sobre intereses sociales y económicos, desarrolla su organización propia, pudiendo ser estimado como una parte del gobierno mismo”.