Puede referirse a cualquier riesgo que pueda dañar la explotación, en determinada etapa o momento. La complejidad y la importancia de los riesgos que soportan las actividades agrarias, forestales y pecuarias, sometidas a las inclemencias atmosféricas y a riesgos de muy diversa naturaleza, crean dificultades técnicas a estos seguros.
Por otro lado, en cambio, resalta la enorme importancia social y económica de éstos seguros, de los que no sólo depende, en ocasiones, la seguridad en la percepción de los rendimientos económicos de esas actividades, sino que, además, de ellas depende también la posibilidad de recurrir al crédito de quienes las explotan. Se ha dicho por ello que la presencia de seguros agrícolas perfectos y muy extendidos son, entre otros, un medio indispensable para la reforma agraria. Podemos definir los seguros de la agricultura como aquellos que, en su conjunto, tienen por objeto la cobertura de los riesgos que amenazan las explotaciones agrarias.