El término caso fortuito, o simplemente caso, o mejor casus, es, por antonomasia, la voz más usada hoy. Recordemos, al respecto, que la expresión latina significa suceder. La más clásica definición del caso fortuito se funda en la previsibilidad e inevitabilidad. Casus, es, por tanto, lo que no pudo ser previsto o que habiéndolo sido era imposible evitar. Nos parece evidente que el caso fortuito se debe caracterizar por la imprevisibilidad del acontecimiento que se produce en relación causal con la actividad de un hombre o con su omisión.
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