Se califica como rebeldía las siguientes acciones del imputado:
1-Cuando no comparece a una citación sin justificación,
2-Cuando se fuga del establecimiento donde está detenido, o
3-Cuando se ausenta de su domicilio real con el propósito de sustraerse al procedimiento.
En estos casos el ministerio público puede solicitar al juez o tribunal que lo declare en rebeldía y que dicte orden de arresto.
Si el juez o tribunal acoge la petición de Declaración de Rebeldía puede disponer lo siguiente:
1. El impedimento de salida del país;
2. La publicación de sus datos personales en los medios de comunicación para su búsqueda y arresto, siempre que lo juzgue conveniente;
3. Las medidas de carácter civil que considere convenientes sobre los bienes del imputado para asegurar la eventual responsabilidad civil emergente del hecho atribuido, siempre que se haya ejercido la acción civil;
4. La ejecución de la fianza que haya sido prestada;
5. La conservación de las actuaciones y de los elementos de prueba, y;
6. La designación de un defensor para el imputado en rebeldía, si éste no ha sido designado, para que lo represente y lo asista con todos los poderes, facultades y recursos reconocidos a todo imputado.
La declaración de rebeldía no suspende el procedimiento preparatorio y puede presentarse la acusación, pero no se celebrará la audiencia preliminar.
Cuando la rebeldía es declarada durante el juicio, éste se suspende con respecto al rebelde y continúa para los demás imputados presentes.
Cuando el imputado en rebeldía comparece voluntariamente o es puesto a disposición de la autoridad que lo requiere, se extingue el estado de rebeldía y el procedimiento continúa, quedando sin efecto la orden de arresto.
En tal caso el juez puede dictar las medidas de coerción que correspondan para asegurar la comparecencia del imputado para el desarrollo del proceso.
