Después de cumplir mis 15 años de edad comencé a vivir una época en la que estoy segura jamás nadie ha olvidado ni podrá olvidar, en el significado de adolescencia puede haber varias definiciones: diversión, romances, fiestas, preparatoria etc.
Mis amigos y yo, nos conocimos desde hace tiempo y siempre nos ha gustado salir a las fiestas y a divertirnos juntos después de que todos cumplimos mas de 15 años; Isabel mi mejor amiga la mas madura de el grupo; Miguel, mi otro mejor amigo después de Isabel, es alegre pero a veces muy despistado; Lesly que es como mi hermana, la que siempre nos trata de poner los pies sobre la tierra; Kenya es un poco mayor, otra de mis mejores amigas, mi alma gemela ya que siempre nos pasan las mismas cosas de los mismos casos casi al mismo tiempo, entre las dos nos entendemos a lo máximo. Emmanuel uno de mis amigos, de los primeros que conocí desde que llegue a esta ciudad antes de conocer a Isabel, una persona que en verdad se puede confiar y muy divertido; Marijo, que siempre lleva consigo una sonrisa, alegre amable de buenos sentimientos, comprensiva, una gran amiga; Finalmente Victor, el mayor de grupo, estudiante de la universidad, un chico sincero, llevo un par de meses saliendo con el pero aun no somos nada.
Yo soy Hanna una chica que ha vivido su vida a lo máximo, no quiero pedir nada, si no tengo todo lo que quiero, quiero todo lo que tengo, una familia muy unida feliz, mis papas, mi padre que trabaja todas las noches y mi madre que es como una amiga mas ya que cuando sea puedo contar con ella, platicar y hacer bromas como si tuviera mi edad y mi hermano mayor que ahora estudia en la universidad y junto con mis abuelos y la numerosa familia tan unida, por eso tengo suerte porque Dios me puso en una familia en la que nunca ha existido algún problema y si una esta en problemas la demás esta apoyando.
En mi escuela, una chica muy callada y trabajadora que se esfuerza cada día por obtener algo nuevo, los maestros y amigos me admiran por la persona en que soy la que no dañaría ni a una mosca aun así ni a mis enemigos, mi vida es como siempre la he deseado y tenia la esperanza de que mi futuro seguiría igual… o mucho mejor, pero me equivoque un día, sin mas, todo cambio en mi vida.
Una noche de sábado, me encontraba en mi habitación arreglándome para aquella fiesta tan esperada, que se había estado organizando desde hace un mes y por supuesto, bailar con victor, que tal vez sea esa noche en que por fin me pida ser su novia, lo presentía, yo sabia que seria mi noche; me puse un vestido hermoso largo color rojo, me solté el pelo y me puse mi fragancia, escuche el sonido de el claxon de Isabel, me puse mis zapatos y baje por las escaleras me despedí de mi mama y salí rumbo a la fiesta prometiendo estar en mi casa a las 12 PM.
Llegamos a la fiesta, un salón enorme, la música retumbaba mis oídos con su ritmo provocando a toda la gente bailar; al otro extremo de el gran salón se encontraba Kenya sentada en una mesa saludándonos, junto con Marijo. Micky, Lesly Isabel y yo nos acercamos a la mesa donde ella se encontraba, nos sentamos , me serví refresco ya que había mucho calor y platicamos por un rato, cuando mire hacia la entrada vi entrando a Emmanuel lo veía con un vestuario muy elegante, acompañado de Victor tan arreglado que parecía príncipe, mi príncipe; se fueron acercando a nuestra mesa, victor quedando a mi lado, comenzamos a tomar, Micky, Victor y Kenya hasta el nivel de ponerse ebrios, los restantes solo a nivel de ponernos el llamado “happy” .
Las canciones modernas y movidas comenzaron a sonar y toda la gente comenzó a bailar, como lo había imaginado y soñado yo baile con Victor.
La música movida cambio por música lenta, algunas parejas comenzaron a bailar entre ellas Victor me tomo de la cintura, puse mi cabeza en su hombro y comenzamos a bailar me sentía en las nubes y la estaba pasando tan bien, que no me había dado cuenta que eran mas de las 12 de la noche y yo había prometido llegar a mi casa antes de las doce como la cenicienta, el me levanto la cara me miro a los ojos como si me quisiera decir algo, por fin sabia que el momento que tanto esperara llegaría en ese momento, pero me equivoque no me dijo mas.
La noche transcurrió y era momento de regresar a casa, iba en el carro de Victor junto con Isabel y Emmanuel y Marijo estaban tan felices, y Victor un poco ebrio manejando con cuidado, yo estaba preocupada ya que eran las 2:00am y mi madre sabia que iba a estar furiosa.
A la mañana siguiente me levante muy tarde pasando de las 11am, mire en mi puerta y vi mi hermano con algunas lagrimas en su rostro le pregunte que le había ocurrido, solo se volteo y se dirigió a su habitación cerrando su puerta, baje a la cocina, y encontré a mi madre sentada en mesa un poco deprimida, le di los buenos días pero me ignoro, no me contesto le pregunte que si estaba molesta por haber llegado tan tarde pero no veía reacción alguna, fui a la sala y encontré a mi papa como adormecido o desvelado le di un beso en la mejilla y le di los buenos días solo volteo pero no me dijo nada, lo deje tranquilo ya que creía que estaba enfadado por mi mismo que mi madre. Me vestí y me fui a visitar a mi mejor amiga la encontré con una venda en su brazo, y tristeza en su mirar, me acerque para preguntarle que le había sucedido pero no me contesto, no entendía lo que ocurría todo mundo me comenzó a ignorar ¿habré hecho algo malo? Estaba tan confundida y tan triste que me senté en el patio de mi casa, doble mis rodillas y puse mis brazos sobre ellas para taparme la cara, vi pasar a mi padre de la casa y ni siquiera me pregunto que tenia, volví a taparme mi rostro con los brazos hasta que sentí una mano sobre mi hombro.
– no te preocupes no llores, yo te escucho pero tendrás que a acostumbrare a este cambio.-
– ¿Quién eres tu?-
-Michael vivo cerca de aquí-
Era un chico muy apuesto con una tez de piel blanca, y ojos claros, unos sentimientos hermosos y a su lado sentía mucha protección sin saber porque, estaba demasiado triste y solo con el me sentía bien.
El tiempo se había pasado muy rápido y yo había hecho un amigo creo que el único que me quedaba, aquel que me podía escuchar; era la hora de comer y yo tenia mucha hambre, volví a entrar a mi casa, entre a la cocina y no podía creer lo que estaba viendo, mi madre mi papa y mi hermano estaban comiendo pero mi lugar lo vi vació sin un plato ni un vaso, nada; en la noche en la cena paso lo mismo, ya no lo podía tolerar ¿Por qué me ignoraban tanto, que les había hecho? ¿Por qué estaban tranquilos? mi hermano se levanto de la mesa le dio las buenas noches a mis padres, pero a mi no me dijo nada era muy noche todos se fueron a dormir y a mi madre ni si quiera le preocupo si quería cenar o algo, subí a mi cuarto me senté en mi cama, me tape la cara y solté mi llanto, en la puerta de mi habitación se encontraba mi madre parada mirando hacia mi dirección sin preguntar nada, segundos después se fue.
Al día siguiente me fui al colegio, Isabel paso a un lado de mi sin saludarme Micky y Lesly hacían lo mismo ¿Qué les había hecho?, entre al salón de clases la maestra comenzó a pasar lista y al llegar a mi sin nombrarme solo mirando mi asiento y siguiendo su lista.
A la salida de la escuela corrí a casa de Victor estaba segura de que el me escucharía ya que el no tiene porque ignorarme porque yo se que me quiere y haga lo que haga jamás me daría la espalda, lo encontré sentado en el escalón de la entrada de su casa, empapado de lagrimas con una foto en sus manos, me acerque y me di cuenta que la de la foto era yo,
-¿Por qué lloras si yo estoy aquí? –
solo me miro, pero no dijo una palabra volvió a mirar la foto, diciendo que por fui tan idiota.
-jamás te hará caso, y nunca te dirá lo que siente.- dijo Michael recargado en la pared.
-ya lo se es muy tímido-
– ven conmigo vamos a caminar.-
Miel y yo caminamos por mucho tiempo, platicamos tomamos un helado, tratando de saber porque todos me ignoraban, yo jamás le había hecho nada a nadie, ya no podía estar así, solo quería imaginar que todo era un sueño y que pronto iba a despertar, mirar mi habitación, como todas las mañanas mi madre me dará un abrazo me preparara el desayuno y me dará un beso en la mejilla y algún día Victor me dirá que me quiere y me dirá que soy única para el, que nunca había querido como el quiere, y salir todos los días con mis amigos divertirme y reír con ellos…
Después de contarle todo esto a Michael, solo se me quedo viendo sin saber que decir.
– ¿Hanna?-
-Marijo, amiga que haces aquí.-
– pues solo Salí a caminar un rato.-
-¿has estado llorando?-
-si-
-¿porque Mari?-
– mis padres, mis amigos ni mis compañeros ya nadie me hace caso, se la pasan ignorándome, mi mama ha estado llorando la abrazo le pregunto que le sucede pero no me contesta.-
-si te entiendo, a mi también me ha pasado lo mismo.-
Comenzó a oscurecer, marijo se fue a su casa y yo me fui a mi casa a descansar, Michael me acompaño, al llegar a mi casa vi a todos mis amigos contando con victor y Emmanuel, platicando con mi mama, en su rostro notaba como si hubiera estado llorando cuando me acerque para escuchar de lo que hablaban, pero cuando iba llegando mis amigos se retiraron, ni hola me dijeron me quede un momento afuera mi madre entro cerrando la puerta, la volví a abrir y me dirigí a la cocina, mi madre estaba lavando los platos sucios de la cena, agarre un vaso y me serví las galletas que tanto me gustaban mientras que mi madre iba a recoger los demás platos y a cerrar la puerta muy curiosa, como si no supiera que yo sin querer la había dejado abierta, comí un poco de mis galletas, como mi madre tardo un poco le ayude a recoger, deje mi vaso de leche y mis galletas favoritas en la mesa y vi a mi madre entrar mirando hacia mi dirección, tirando los platos y vasos que traía consigo en sus manos ¿ se habrá impresionado de ver su cocina limpia? Bueno excepto por el vaso de leche y mis galletas, estaba tan confundida el ver que solo de ver mi merienda, comenzó a soltar lágrimas.
-no te preocupes mama, solo son galletas.- tocándole el hombro salí de la cocina y subí a mi recamara, al entrar vi a mi hermano sentado en mi cama me senté junto a el, levanto la mirada y le cuestione porque lloraba, solo me miro pero no me dijo nada se levanto y se fue; comencé a llorar ya no soporte mas la idea de que nadie ni si quiera me decía hola, mi madre mi padre y mi hermano se asomaron para ver que me sucedía y yo deje de llorar por fin mis padres me dijeron “perdónanos mi niña te amamos con el alma”, se retiraron cada quien a su recamara, yo me acosté y me dormí.
A la mañana siguiente me vestí para ir a mi colegio, eran las ocho de la mañana y fue mi gran sorpresa al ver que ni mi hermano ni mi madre estaban en la casa, mi hermano siempre se iba al mismo tiempo que yo a mi colegio, y mi madre me preparaba el desayuno salí para ver si se encontraban afuera, pero no vi a nadie, una voz masculina me llamaba detrás de mi, era Michael, que se encontraba muy serio.
-ven conmigo necesito mostrarte algo.-
– Michael, no has visto a mi hermano y a mi mama salir de casualidad.-
-solo ven conmigo después te diré.-
Michael me tomo de la mano, y me llevo a un lugar, era un campo verde lleno de flores y muchas piedras, no entendía porque me llevo a ese lugar, me pidió que caminara un poco mas hacia delante de donde estaba un árbol enorme, cuando llegue vi a toda mi familia y amigos, ¿que había, porque no me habían invitado? Me acerque lentamente y nadie se percato de que me encontraba con ellos, mire un ataúd, yo no sabia de nadie que había fallecido, mi curiosidad fue enorme me acerque y me vi yo.
– perdóname por no decirte nada, aun no debía no era tiempo.-
-Michael, ¿que esta pasando? yo no puedo ser ella yo estoy viva.
-tu alma es la que esta viva, tu cuerpo es el que ha muerto.-
– ¡no es cierto!, ¡todo es un sueño estoy en mi cama, estoy dormida se que estoy dormida me levantare iré a la escuela mi mama me preparará el desayuno, hablare con mis amigos!-
– ven, te llevare a otro lugar-
Michael me volvió a tomar de la mano y caminamos por un buen rato hasta llegar a una gran avenida en el que mas adelante se encontraba un puente nos dirigimos al puente y nos quedamos parados, Michael un poco mas adelante que yo.
-¿porque me trajiste a este puente?-
Michael solo me señalo con su dedo un poco mas debajo de el puente, me acerqué poco a poco, lo mire y enseguida me asome lentamente hacia donde el me había señalado, me impresione con la sorpresa de ver el coche en donde viajábamos mis amigos y yo, volteado y destrozado, comencé a llorar quería saber que era una pesadilla en el que iba a despertar y todo seria como antes.
– la noche de aquel sábado, estaban muy felices algunos estaban ebrios, la calle estaba muy solitaria casi no había autos, cuando uno salio de repente de el otro lado de la calle, tu amigo intento esquivar el coche al dar una vuelta brusca, intentando controlar el auto hasta caer debajo de el puente y tu despertaste como alguien vivo sin recordar nada.-
– entonces marijo porque fue la única que me pudo lograr ver.-
Michael solo se me quedo viendo, hasta lograrlo entender, después de unos segundos lo entendí, marijo iba conmigo en el mismo auto, cuando se encontró conmigo le sucedía lo que a mi; no lo pensé dos veces y corrí hacia la casa de mi amiga marijo, que se encontraba un poco cerca, corrí hasta llegar a su casa escuche un llanto que provenía de el patio, seguí el sonido de el llanto hasta llegar y ver a la madre de mi amiga con unas flores acomodándolas frente a una piedra me acerque y vi el nombre de mi amiga grabada en esa piedra.
– ya ves, te lo dije, mis padres me dejaron de querer tanto que hasta me quitaron mi recamara y me hicieron una cama en el patio.- escuche una voz que venia detrás de mi
-Marijo, no estas equivocada tus padres no te han dejado de querer-
-entonces ¿como le llamas a esto?-
– ven conmigo.- lleve a marijo hacia el lugar de el accidente, le explique lo que Michael me explico, y en la cama que tiene en su patio es donde su madre quiso mantenerla, cerca de ella. Regrese al velorio, mis amigos y mi familia empapado de lagrimas, sobretodo mi familia, me mira una vez mas me quede con ellos mirando mi propio cuerpo, soltando mis lagrimas.
– Hanna, ya es hora.- me dijo Michael avanzando un poco.
-no, ahora no solo espera esta noche, por favor.-
-¿que quieres hacer?-
-solo espérame hasta el anochecer cuando todos duerman.-
-esta bien.-
cuando llego el anochecer antes de mi hora, fui a mi casa y a cada uno le dije lo que no pude decirles, por haberme tardado tanto tiempo; me dirigí hacia la habitación de mis padres, a mi madre le di gracias por haberme traído a la vida y por haber sido mi ángel durante toda la vida, dándole un beso en la mejilla, la mire y comenzó a llorar; a mi padre le di las gracias diciéndole un sermón de todos mis agradecimientos; me dirigí hacia la habitación de mi hermano, diciéndole que fue mi segundo ángel, mi hermano mayor yo se que el sabe que lo estaré protegiendo sus pleitos, y las molestias que me hacia las extrañare tanto.
Me dirigí a cada una de las casas de cada uno de mis amigos agradeciendo y decir lo que nunca les pude decir, finalmente llegue a casa de Victor.
– no eres ningún tonto, se que tenias miedo pero eso no significa que te dejare de querer, aunque no sea conmigo quiero que seas feliz, encontrar a tu amor y formar una familia, no te preocupes siempre estaré contigo y se que jamás me olvidaras, gracias por todo los momentos que me diste… TE AMO- dándole un beso en sus labios lentamente por un segundo, me levante y sali de su habitación.
una vez mas regrese a mi casa para observar mi hogar en donde yo había crecido, no podía creerlo que era yo un espíritu, pero no entendía una cosa…
-Michael como supiste, lo de el accidente y fuiste el único que me podía ver.-
-es uno de mis deberes para eso trabajo, y desde que eras pequeña te he vigilado.-
-¿desde que era pequeña?-
– así es, por cierto me dijo tu abuelo, que ha estado orgulloso de ti y quiere que estés con el.-
-pero mi abuelo esta muerto.- Michael se quedo fijamente mirando a mis ojos.
-¡dah!-
una luz apareció frente a nosotros, nos llamaba, nunca sentido tanta paz, y por primera vez pude ver y tocar a un ángel; camine hacia la luz, no sentía miedo sentía una tranquilidad profunda al entrar a la luz sentí una sensación como si volaras. Al final de ese largo túnel mi abuelo me esperaba, pero no era el único mi amiga marijo también estaba con el esperándome, mi ropa era un vestido delgado blanco del color de una nube aunque yo estuviera en otro mundo desde ahí puedo ver lo que sucede en ese lugar, mis amigos y mi familia llevándome cada día una flor donde ahora duerme mi cuerpo, me hubiera gustado decirles en persona todo lo que les dije en cada uno de sus sueños, es mejor decir las cosas que siempre quisiste antes de que sea demasiado tarde porque nunca sabemos cual sera nuestro ultimo dia, nunca hay que esperarse a un mañana ya que en ese mañana puede ser demasiado tarde.
no logre cumplir mis metas pero nuestra vida son sueños,y nuestros sueños son metas… seguir compitiendo contra la vida saltando sus obstáculos que nos impiden llegar lo que soñamos y deseamos… siempre caeremos, pero siempre hay que levantarnos, cuesta arriba ay que ir por la vida llegando a donde pertenecemos siempre dando el corazón y tratando de ser nosotros… tener fe y esperanza la meta esta arriba de nuestra montaña, nuestro destino llegar a esa montaña por nuestras metas…y nuestro destino es cumplir la misión al haber cumplido nuestro deseos y esperanzas para ya no soñar despiertos si no vivir lo que siempre habíamos soñado. De mi poca vida tuve una vida feliz.
En donde quiera que yo este, ellos sabrán que, alguien los esta protegiendo en ese lugar donde alguna vez crecí, reí , llore y ame.