Se trataba de dos amigos no demasiado inteligentes. Habian decidido hacer una marcha y dormir en un establo. Caminaron durante toda la jornada. Al anochecer se alojaron, como tenian provisto, en un establo del que previamente tenian noticias. Estaban muy cansados y durmieron profundamente; pero, de madrugada, una pesadilla desperto a uno de los amigos. Zarandeo a su companero, despertandolo, y le dijo:
-Sal fuera y dime si ha amanecido. Comprueba si ha salido el sol.
El hombre salio y vio que todo estaba muy oscuro. Volvio al establo y explico:
-Oye, esta todo tan oscuro que no puedo ver si el sol ha salido.
-iNo seas idiota! -exclamo el companero-. lAcaso no puedes encender la linterna para ver si ha salido?
El Maestro dice: Asi procede muchas veces el ser humano en la busqueda espiritual, sin utilizar el discernimiento correcto.