En una localidad de la India habia un negocio de orfebreria donde trabajaban cuatro hombres que eran tenidos por muy piadosos y que siempre eran vistos con los signos del dios Vishnu pintados en la frente, un collar de semillas sagradas al pecho, un rosario en la mano y el nombre del Divino repitiendose en sus labios. Las gentes de la localidad, impresionadas por tanta santidad, se habian convertido en generosos clientes del establecimiento. A estos les agradaba mucho comprobar que cuando llegaban a la tienda, los cuatro orfebres repetian los nombres de distintas divinidades hindues. Al llegar un cliente, uno de ellos exclamaba: "Keshava, Keshava"; un poco despues, otro entonaba: "Gopal, Gopal"; a continuacion, el tercero recitaba: "Hari, Hari". Entonces los clientes, muy satisfechos con tanta santidad, hacian una buena compra, en tanto el cuarto orfebre decia fervorosamente: "Hara, Hara". Todos estos terminos son nombres de deidades del panteon hindu, pero los orfebres eran bengalies y en su lengua tienen un segundo significado. Keshava quiere decir: "Quienes son"?, que es lo que pregunta el primer orfebre; Gopal significa: "Un rebano de vacas", que es lo que contesta el segundo; Hari es: "Puedo robarles?", que pregunta el tercero; Hara quiere decir: "Si, robarles", que es lo que declara ei cuarto.
El Maestro dice: Los falsos maestros aparentan santidad para enmascarar sus perversas intenciones.