1- No pretendas que las cosas ocurran como tu quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz.
2- Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.
3- La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.
4- El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y un cobardía ceder el paso a los indignos.
5- El infortunio pone a prueba a los amigos y descubre a los enemigos.
7- ¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.
10-Si no tienes ganas de ser frustrado jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti.
12-Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo, demuestra que la educación ha comenzado.
13-¿Quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho.
14-No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo
15-El error del anciano es que pretende enjuiciar el hoy con el criterio del ayer.
16-Lo que inquieta al hombre no son las cosas, sino las opiniones acerca de las cosas.
17-La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte.
19-En las desgracias hay que acordarse del estado de conformidad con que miramos las ajenas.
20-En la prosperidad es muy fácil encontrar amigos, en la adversidad no hay nada más difícil.
21-El que empieza a instruirse en la filosofía de todo se echa la culpa a sí mismo.
24-Todos los asuntos tienen dos asas: por una son manejables, por la otra no.
25-Cuando hayas de sentenciar procura olvidar a los litigantes y acordarte sólo de la causa.
26-Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír.
27-Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar.